Lenta, pero hermosa y memorable
Cuando empecé esta serie no imaginé que iba a encontrarme con una de las relaciones más hermosas que he visto en un dorama. La construcción de la historia es perfecta; se toma todo su tiempo para plantear a cada uno de los personajes, los vínculos entre ellos y las cosas que los aquejan. Sólo entonces comenzamos a ver el lento progreso de la relación entre nuestros dos protagonistas, quienes al principio son como el agua y el aceite y no parece haber forma de entender cómo podrían llegar a ser cercanos. Es un guión excelentemente escrito y pensado.
El ritmo de la serie es súper lento y un poco pesado; no me parece algo maratoneable, pero no es una serie que podría dejar colgada. Necesitaba saber cómo seguiría, sentía que necesitaba llegar a ver el final porque genuinamente me importaba saber si Dong Hoon y Ji An estarían bien o no, y cómo terminarían las cosas entre ellos. Me encariñé muchísimo con ambos y su relación me llegó muy profundo. Toda la serie estaba gritándole a la pantalla que se abrazacen.
"Mi señor" es una serie sobre la soledad y la melancolía de la vida cotidiana, sobre la búsqueda de la paz interior y la importancia de la comunicación. Es sobre la importancia que los gestos más pequeños pueden tener en otros, para los que esa sencillez puede significar el mundo, porque están acostumbrados a solamente el malestar. Tanto la trama principal como las subtramas de los dos hermanos de Dong Hoon exploran muchas cuestiones de la adultez y la vida (con una clara mirada desde la cultura coreana).
A nivel técnico, la serie me gusta mucho cómo está hecha. Visualmente me encanta la estética, las paletas de colores frías y pálidas que le van perfectas al tono de la historia; los planos, bien pensandos que acompañan la mirada de los personajes. La producción está súper bien, y la música me encantó. ¿Un poco melodramática? Sí, pero es que va perfecto con la serie... Si es básicamente una telenovela de la tarde con sus tragedias familiares. Lo único a lo que no me acostumbraba fue al efecto de movimiento en cámara lenta cuando los personajes toman alcohol, pero al menos entendí la intención de ese recurso, y tiene sentido.
Lo único que tal vez le criticaría a "Mi Señor" es el hecho de que el hijo de Park Dong Hoon podría no existir, que daría casi lo mismo a lo largo de la historia. Tardan muchísimo en explicar por qué no aparece (de hecho, llegué a pensar que estaba muerto y por eso el señor vive tan triste), y aunque de vez en cuando se comunica con los padres, parece haber un distanciamiento muy fuerte, que dudo fuese intencional porque de ser así habría sido un tema tratado en la historia, como el resto de los conflictos que aquejan a los personajes. Ojo, como dije, esta es una serie claramente planteada desde la perspectiva de la mentalidad y cultura coreana, y tal vez sea algo común este tipo de relación a distancia, no lo descarto.
Finalmente, quiero alabar las actuaciones formidables de Lee Sun Kyun y de IU; son dos actores increíbles que la rompen en cada capítulo, expresan cada emoción perfectamente y claramente tuvieron muy buena química, porque las escenas entre ellos son atrapantes, tensas y muy emotivas. El resto del casting no se queda atrás, a todos les creí sus personajes, incluso al hermano menor de Dong Hoon, que es un insoportable que grita demasiado, pero va con el carácter podrido del personaje.
En fin... Una serie maravillosa, que me llegó muy profundo y me conmovió un montón, con un final que me dejó súper satisfecha y que por fortuna no fue el final más chapado a la antigua mentalidad coreana que esperaba. La recomiendo un montón para cuando quieran ver una historia compleja y una relación bellísima que no se supera más.
El ritmo de la serie es súper lento y un poco pesado; no me parece algo maratoneable, pero no es una serie que podría dejar colgada. Necesitaba saber cómo seguiría, sentía que necesitaba llegar a ver el final porque genuinamente me importaba saber si Dong Hoon y Ji An estarían bien o no, y cómo terminarían las cosas entre ellos. Me encariñé muchísimo con ambos y su relación me llegó muy profundo. Toda la serie estaba gritándole a la pantalla que se abrazacen.
"Mi señor" es una serie sobre la soledad y la melancolía de la vida cotidiana, sobre la búsqueda de la paz interior y la importancia de la comunicación. Es sobre la importancia que los gestos más pequeños pueden tener en otros, para los que esa sencillez puede significar el mundo, porque están acostumbrados a solamente el malestar. Tanto la trama principal como las subtramas de los dos hermanos de Dong Hoon exploran muchas cuestiones de la adultez y la vida (con una clara mirada desde la cultura coreana).
A nivel técnico, la serie me gusta mucho cómo está hecha. Visualmente me encanta la estética, las paletas de colores frías y pálidas que le van perfectas al tono de la historia; los planos, bien pensandos que acompañan la mirada de los personajes. La producción está súper bien, y la música me encantó. ¿Un poco melodramática? Sí, pero es que va perfecto con la serie... Si es básicamente una telenovela de la tarde con sus tragedias familiares. Lo único a lo que no me acostumbraba fue al efecto de movimiento en cámara lenta cuando los personajes toman alcohol, pero al menos entendí la intención de ese recurso, y tiene sentido.
Lo único que tal vez le criticaría a "Mi Señor" es el hecho de que el hijo de Park Dong Hoon podría no existir, que daría casi lo mismo a lo largo de la historia. Tardan muchísimo en explicar por qué no aparece (de hecho, llegué a pensar que estaba muerto y por eso el señor vive tan triste), y aunque de vez en cuando se comunica con los padres, parece haber un distanciamiento muy fuerte, que dudo fuese intencional porque de ser así habría sido un tema tratado en la historia, como el resto de los conflictos que aquejan a los personajes. Ojo, como dije, esta es una serie claramente planteada desde la perspectiva de la mentalidad y cultura coreana, y tal vez sea algo común este tipo de relación a distancia, no lo descarto.
Finalmente, quiero alabar las actuaciones formidables de Lee Sun Kyun y de IU; son dos actores increíbles que la rompen en cada capítulo, expresan cada emoción perfectamente y claramente tuvieron muy buena química, porque las escenas entre ellos son atrapantes, tensas y muy emotivas. El resto del casting no se queda atrás, a todos les creí sus personajes, incluso al hermano menor de Dong Hoon, que es un insoportable que grita demasiado, pero va con el carácter podrido del personaje.
En fin... Una serie maravillosa, que me llegó muy profundo y me conmovió un montón, con un final que me dejó súper satisfecha y que por fortuna no fue el final más chapado a la antigua mentalidad coreana que esperaba. La recomiendo un montón para cuando quieran ver una historia compleja y una relación bellísima que no se supera más.
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