Segundo corto de Na, mejor que el anterior.
Segundo corto en la filmografía de Na Hong-jin, en el que esta vez decide prescindir completamente de historia para entrar de lleno en el simbolismo visual, con una fotografía principalmente en blanco y negro que nos ofrece imágenes muy potentes, cargadas de fuerza y que sin duda no te dejarán indiferente.
Quizá es una obra que se puede tildar de superficial a simple vista, pero sin usar ni una sola palabra y sólo con la fuerza de su ágil dirección, Na es capaz de tocar temas candentes como la lucha de clases y la violencia de género.
¡Un cortometraje recomendado!
Quizá es una obra que se puede tildar de superficial a simple vista, pero sin usar ni una sola palabra y sólo con la fuerza de su ágil dirección, Na es capaz de tocar temas candentes como la lucha de clases y la violencia de género.
¡Un cortometraje recomendado!
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