Adorable historia de mascotas.
Primero he de mencionar que me parece muy raro el concepto de mascota que vuelve a la vida con forma humana para ayudar a su antiguo dueño. Es raro, porque la relación entre ambos sigue teniendo un toque de dueño-mascota que no me termina de gustar. Y creo que por eso esta serie vale la pena verla, porque consigue, sin hacer grandes aspavientos, o giros dramáticos, que dicha relación cambie hasta convertirse en una bonita historia de amor entre dos adultos, Sí, uno de ellos es adorable y sonriente, y el otro más serio y responsable, pero es una relación que funciona y que podría darse en la vida real. Todo lo real que pueda llegar a ser una serie de televisión.
La historia es basante simple y no está muy elaborada quizá porque cada capítulo es muy corto -si elimino las escenas que son un poco superfluas podría quedar una película de noventa minutos- o quizá porque el propósito era crear algo simple de ver con actores monos. Lo que si tiene que quedar claro es que no hay un gran desarrollo de la trama, no sabemos mucho sobre el protagonista, Jung Woo, y sinceramente hasta unos cuántos capítulos no me enteré que trabajaba para su Tío, pensé que el dueño del bar tenía un interés romántico en él, y que sus mascotas, ahora humanas, le ayudarían con la relación.
Reconozco que no suelo leer los detalles de las series de este tipo porque a veces destripan lo cuentan casi todo. Pues no, Jung Woo, trabaja para su tío, su madre está muerta, su padre no se menciona, se dice cómo consiguió a Milk y como lo perdió, y también como falleció Choco, un poco de sus relaciones pasadas y poco más. De su tío, el otro humano, no hay ningún elemento de su pasado salvo que le gustaban las recetas de su hermana, la madre de Jung Woo, y que sigue dirigiendo el negocio familiar. Hay un contexto familiar en el que poner los personajes y poco más. La falta de profundidad también se refleja en las relaciones con otros personajes secundarios que son realmenta anecdóticos.
En cuanto a la relación amo-mascota, humano-humano antiguo mascota, está bien presentada. Me han gustado como los actores han interpretado a sus personajes peludos, puede que Choco se haga un poco pesado, pero si lo imaginas como era caundo tenía cuatro patas: un adorable perrito pequeño, muy juguetón que amaba a su dueño, tiene sentido la actitud tan posesiva y pegajosa que tiene con Jung Woo.
Milk, tanto humano como gato, es todo un personaje, y quizás el que más cambia a lo largo de los capítulos.
En términos generales es una serie adorable que no pretende ser una serie de ciencia ficción, o un gran drama, sino que quiere ser algo más sencillo y que puedas ver en una tarde, con una taza de café al lado.
Te deja con una buena sensación, y en mi caso no he sentido que he perdido el tiempo viéndola. Y eso ya es algo. Eso sí, no a todo el mundo le gusta este tipo de series, pero en mi caso a veces son un soplo de aire fresco entre tanto drama coreano, que pueden llegar a ser muy excesivos.
La historia es basante simple y no está muy elaborada quizá porque cada capítulo es muy corto -si elimino las escenas que son un poco superfluas podría quedar una película de noventa minutos- o quizá porque el propósito era crear algo simple de ver con actores monos. Lo que si tiene que quedar claro es que no hay un gran desarrollo de la trama, no sabemos mucho sobre el protagonista, Jung Woo, y sinceramente hasta unos cuántos capítulos no me enteré que trabajaba para su Tío, pensé que el dueño del bar tenía un interés romántico en él, y que sus mascotas, ahora humanas, le ayudarían con la relación.
Reconozco que no suelo leer los detalles de las series de este tipo porque a veces destripan lo cuentan casi todo. Pues no, Jung Woo, trabaja para su tío, su madre está muerta, su padre no se menciona, se dice cómo consiguió a Milk y como lo perdió, y también como falleció Choco, un poco de sus relaciones pasadas y poco más. De su tío, el otro humano, no hay ningún elemento de su pasado salvo que le gustaban las recetas de su hermana, la madre de Jung Woo, y que sigue dirigiendo el negocio familiar. Hay un contexto familiar en el que poner los personajes y poco más. La falta de profundidad también se refleja en las relaciones con otros personajes secundarios que son realmenta anecdóticos.
En cuanto a la relación amo-mascota, humano-humano antiguo mascota, está bien presentada. Me han gustado como los actores han interpretado a sus personajes peludos, puede que Choco se haga un poco pesado, pero si lo imaginas como era caundo tenía cuatro patas: un adorable perrito pequeño, muy juguetón que amaba a su dueño, tiene sentido la actitud tan posesiva y pegajosa que tiene con Jung Woo.
Milk, tanto humano como gato, es todo un personaje, y quizás el que más cambia a lo largo de los capítulos.
En términos generales es una serie adorable que no pretende ser una serie de ciencia ficción, o un gran drama, sino que quiere ser algo más sencillo y que puedas ver en una tarde, con una taza de café al lado.
Te deja con una buena sensación, y en mi caso no he sentido que he perdido el tiempo viéndola. Y eso ya es algo. Eso sí, no a todo el mundo le gusta este tipo de series, pero en mi caso a veces son un soplo de aire fresco entre tanto drama coreano, que pueden llegar a ser muy excesivos.
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